DERECHO A LA QUEJA

Hoy es un día especial para este blog. Mi cuñado me ha ayudado a poner un enlace de dos proyectos de mi queridísima hermana pequeña. Una tienda de moda para pekes y un enlace para pulseras, y collares de cuero chulísimos. Yo que no soy un amante de los complementos para hombres….me ha hecho una pulsera (hand made) y no me la puedo quitar por nada, no es solo que sea de mi hermana. Es que es abogada por tradición familiar digo yo, por que su talento es este…o es que tienes muchos jodía!!! Jajaja de verdad que están chulísimas, y si no echad un vistacillo en el enlace.
Así que para los regalitos de esta navidad…..jijiji

En fin, hoy ha sido un día de esos en los que se alternan nubes y claros. Y justo cnd se me había plantado un nubarrón en mis narices he estado con uno de esos amigos, que por feeling, o por trato, cercanía o simple simpatía, te despides de él lleno de buen royo, como si la vida fuera un poco más amable. Y el día lo he llevado un poco mejor desde ese momento. Y es que sus palabras siempre me tranquilizan, no se las da de nada y ni mucho menos parece un ejemplo, pero lo es. No se si recordáis ese post.

No me he partido los cuernos trabajando, eso lo vamos a dejar para las dos guardias de este finde, así que entre semana voy a ir regulando no sea que llegue sin fuerzas. Y cuando he llegado a mi casa, he puesto la tele para comer y he visto otro de esos detalles que da la vida, una lección de la cual todos tenemos que aprender y va como siempre de que no debemos quejarnos.

El sábado un jugador del Real Madrid llamado “PEPE”, saltó luchando por un balón, como siempre, con todo, y a por todo. Pero en su caída pisó mal y su ligamento cruzado no aguantó la presión. Se rompió y con él sus esperanzas de ir al mundial con Portugal, y de participar en el ambicioso proyecto deportivo del Super Floren Team. Seis meses en el dique seco.

Pepe había dicho que se sentía hundido, que no había nada peor para él. Todos reconocían la situación como una pérdida sin consuelo, sin sustituto….Hasta que de repente ha aparecido en escena un futbolista considerado por muchos un ejemplo de trabajo y discreción, Rubén de la Red. Hace unos meses se le detectó un problema cardiaco tras un terrible desfallecimiento y un estudio intensivo de su corazón. Desde entonces se le descartó para toda práctica deportiva profesional, adiós a su vida tal y como la conocía desde niño. Adiós a sus sueños, sus ambiciones, todo por lo que había luchado. Y ha hablado como un sabio. “ojala me dijeran los médicos que no puedo jugar en seis meses”.
Todo en la vida es relativo, nos quejamos, y a veces con toda la razón. Pero cuando conocemos situaciones como esta…creo que sobran las palabras.
Rubén se sentía un afortunado, no os engañéis por esta reflexión, el no pretendía dar pena, sino dar ánimo. “Puerta” y tantos otros no pudieron superar el desfallecimiento, Rubén si.

Así que por más tristes que os sintáis, o por más fortuna que reclaméis, pensad si de verdad os habéis ganado el derecho a la queja, y cuanto debéis emplearla contra quienes os rodean.

Buenas noches a todos.



A ver si esta anima un poco másssssssss