Siempre me he considerado un afortunado por la gente de la que me rodeo. La verdad es que con sus virtudes y sus defectos, la vida me ha sonreído en amistades de lo mas variopintas.
Y en ocasiones me he preguntado a mi mismo, si la gente ve, como yo, esas virtudes que me hacen querer como quiero a los que a mi lado andan. Si le dedicarían suficiente tiempo a contemplar no una figura, sino su alma, su valor.
Comentaba con un viejo y gran amigo con el que comparto la amistad de un tercero en concreto, que las personas no suelen dedicar suficiente tiempo a conocer estos valores. Y menos aún dependiendo de su apariencia.
Por ejemplo, este amigo en concreto del cual omitiré su nombre no sea que su novia me corte el pescuezo, mide cerca de un metro noventa, pesa unos 85 kilos de músculo, se que es guapo por que las mujeres no sois tan disimuladas como creéis, y siempre viste impecable. Cualquier chica dirá que en su casa seria el mueble que mejor queda, o mejor, en su cama.
No, no me he vuelto gay, aunque se que alguno lo piensa. Tiene su explicación tanta reflexión floral. Comentaba que ninguno de los valores expuestos eran sus valores reales, o al menos los más valiosos. Si me preguntan como es, contestaría haciendo referencia a su estilada pluma, conversación razonada, silenciosa inteligencia, capacidad de trabajo, de compromiso, educación, respeto y comprensión como amigo. De esas personas a las que acudirías buscando un norte perdido. De esas amistades que ni el tiempo ni el espacio te pueden arrebatar. Un millón más de virtudes que no es menester enumerar para que os hagáis a la idea del personaje. Yo no tengo una estilada pluma y no se si mis adjetivos han sabido dibujar su tez. Pero os diré que una vez que lo conoces, su altura o peso se vislumbran como un flequillo o un poco de maquillaje. Algo banal, sin importancia, casi anecdótico.
Pues tengo la suerte de poder pensar algo parecido de muchos de mis allegados. No esas virtudes, pero si otras, y quizás sin tanta pomposidad física, pero sin duda con sus propios fuegos artificiales que nos separan de sus verdadero “yo”
Solo pretendo representar un razonamiento que n ha sido fácil asimilar para mi más allá de la simple teoría. Y que me lleva mucho más lejos que antaño con quien me rodea. El custodiar la llave de esos valores. Acumular todas esas horas de vuelo, con tal de que mi horizonte no se apoque a las primeras de cambio en una paupérrima condición de amigo sin más.
Es un placer ser vuestro amigo.
Estimado amigo Rafa:
ResponderEliminar¿Y qué hay de ti? ¿No nos revelas tus valores, tus desdichas y por qué la mitad de la población mundial sólo te ve como un objeto sexual imperdurable en el tiempo? Tú y yo sabemos que se equivocan, porque si te conocieran, toda esa fuerza de tu belleza física se quedaría en un secundísimo plano y pasarían a debatir entre el bien personalizado en tu persona y el mal resucitado en ya veremos quién (por no decir en mí, jajajaja).
Eres la persona perfecta para cualquier otra persona, excepto para el mismo hombre.
Un abrazo amigo mío
@Melancolico: Un objeto sexual imperdurable? maaaadre mía jajajaja se lo voy a contar a Joaquin!! jajajajaja
ResponderEliminarEs broma. NO se como te las apañas pero siempre me sonrojan tus cumplidos. Creo que nos tenemos demasiado aprecio...
PD Tu no tienes maldad...por ahora.
UN pedazo de abrazo y que tengas un buen día!!!!
Eso te iba a decir yo también, que a ti te dirán gay porque has dicho 3 tonterías y media, pero a mí que me lo dicen sin abrir la boca, pues imagínate. Eso es envidia mi querido amigo Rafa. Cuidate y sólo tú y yo (junto con el ascensor) sabemos lo que tenemos entre nosotros jajajajajaja...
ResponderEliminarAquí el tema es que difícilmente uno percibe nada de los demás que no sea capaz de apreciar. Y tú de valores como amigo y ejemplo, andas bastante sobrado. Amigo de muchos y ejemplo de muchas cosas. Eso es lo que te empuja a ir más allá.
ResponderEliminarGenial que hayas vuelto a escribir, se te echaba mucho de menos. No será por no haberte insistido. A mí me vale de mucho entrar por aquí, leer, aprender y saber vuestro día a día. Como amigo y como ejemplo.
Un abrazo enorme!
Rafa, sinceramente, te estas haciendo viejo (mayor).
ResponderEliminar