RECORRIDO CICLISTA IRONMAN LANZAROTE

Cuando empecé a meterme en la piel de un triatleta en pleno recorrido ciclista del Ironman de Lanzarote, la idea de no conocer el lugar, siendo además la primera vez que pedalearía durante 180km, me hacía temblar. El desconocimiento te impide percibir la realidad de las cosas y eso genera inseguridad. Creo firmemente que si nos proponemos algo, podemos conseguirlo, pero no si no estamos preparados…y para estarlo debemos conocer, debemos recrear en nuestra mente el reto a afrontar. Por eso escribo este post. Para todos aquellos que se hayan plateado realizar este reto y no conozcan la Isla del Viento.

Antes del 21 de mayo, invertí un poco de mi tiempo en leer la descripción que, del mismo y de una forma brillante, hace Jaime Menéndez de Luarca (y en ella basaré este post). Luego pegué un croquis plastificado del perfil ciclista en el manillar de la bici (idea captada en el Campeonato de Europa de LD en Vitoria 2010). El croquis previamente lo subrayé con colores, señalando avituallamientos, longitud de las subidas, puntos dnd se culminaba un tramo duro etc…y os puedo decir que fue un acierto pues me sentía situado siempre. Y todo junto hizo que un recorrido que solo había visto en coche(y no todo) me resultara familiar.

Espero que os resulte útil a los que ni tengáis powertap o como yo, ni os molestéis en poneros pulsómetro para entrenar y competir.

El viento predominante en la isla se llama Alíseo y su componente es de norte-noreste. Su intensidad no diferencia la noche del día, con la única bondad de que apenas viene racheado. Es un flujo continuo de aire no muy cálido que hace las delicias de todo valiente que se vista de ciclista y su velocidad la encontraremos entre 20 y 30km/h a poco que miremos la web de eltiempo.es.
La temperatura, al menos este año, no fue determinante en la bici. Rondó los 25 grados y siempre que sople este viento será parecida.

Una sola vuelta de 180km, un desnivel positivo acumulado de 2550 metros que no dejará indiferente a nadie y un gran defecto, la calidad del asfalto en muchos tramos. Como mejor virtud, creo que es muy ameno por sus increíbles vistas volcánicas, señalando en mayúscula la que se aprecia desde el Mirador del Río. Y tb el hecho de que aún con un día tan ventoso como el que nos tocó sufrir este año, los últimos 60km te permiten recuperar tanto las piernas como la moral.

El primer tramo es una sucesión de toboganes en los que es fácil circular rápidamente y abusar de desarrollo, más teniendo en cuenta que se circula hacia el oeste de la isla, con el viento a favor y que las piernas están frescas.
Yaiza: En el km 15 aparece la primera subida del recorrido, un pequeño repecho de 2200 metros en los que se salvan un porcentaje del 4,6%, pero con viento en contra. Algún bicharraco lo subía emplatado, pero yo a 18km/h no necesitaba llevar la cadena atravesada por gusto. Subida en la que merece la pena acoplarse. Curioso por la velocidad, pero si le sumamos los 29km/h del viento podemos considerar que nuestra velocidad real de choque es merecedora de tal postura.

Yaiza El Golfo: Posteriormente se sigue ganando altura de manera progresiva en un tramo de 7 kilometros en los que es importante no dormirse en exceso. La Altura se gana a base toboganes gigantes que tb permiten un descanso breve en su bajada…eso si no vas con el gancho. Esta zona desemboca en otra muy rápida con viento a favor-lateral (Yaiza-El Golfo) en la que durante 6 kms nuestra aerodinámica será importante. Hemos llegado al lado contrario de la Isla en su parte más estrecha y el viento se vuelve mucho más violento. Comienza la verdadera dureza de este Ironman mientras contemplamos campos de lava que desembocan en el mar, siendo la carretera la única huella humana visible.

El Golfo: Tramo circular en el que se completan 10 kms de tramos lentos y pequeñas bajadas. Osea, continuamos con los toboganes pero sin novedad en el frente en cuanto a lo que subidas significativas se refiere. Hasta aquí podemos considerar que hemos tenido un buen calentamiento. No nos hemos debido cebar con los animalitos que nos han ido adelantando como cohetes. Y por nuestro croquis debemos estar informados que nos estamos acercando a un lugar emblemático y muy muy duro con garantías suficientes.

Timanfaya: Montaña de fuego en la que el desnivel medio es menor del 3% pero en la que el viento hace estragos soplando con mucha intensidad. El desarrollo cobra gran protagonismo. La velocidad no pasará de 20km/h de media en esos 8-10km así que de nuevo el plato pequeño será un buen aliado. Hemos de afrontar este tramo sabiendo cuantos km tiene y con fluidez en el pedaleo. Si todo va bien, ya nadie nos adelantará con facilidad, nuestra situación dentro de la carrera será estable y la alimentación comienza a ser un asunto serio que no podemos postergar.
Timanfaya-Tinajo: Todos parecían conocer la tostadora de piernas que atravesaban pues el grupo, antes muy estirado, ahora se compactaba y nos acercaba a menos de 15 metros los unos de los otros. Esta zona comprende un llaneo muy rápido que debemos hacer bien acoplados y con la alimentación grabada a fuego en la mente.

La Santa-Famara: En 5 renglones la descripción de J. M nos aclara perfectamente este tramo… al que yo solo añadiría que empieza a filtrarse quien está realmente fuerte y quien lo estaba aparentando con cara de poker hasta ese momento.
Tras 70 kms estamos en un extremo de la Isla y aunque no salvamos mucho desnivel la famosa playa entre los Kite Surfers de Famara a nuestra derecha nos deja completamente desprotegidos frente al violento viento lateral y aunque rodamos acoplados y rápidos es a costa de un gran esfuerzo muscular y de mucha tensión por el miedo. Estamos a nivel de mar y los próximos 24 kilómetros serán de subida incesante.

Famara-Teguise: 8 kms de leve ascensión en los que los primeros 4 kms se hacen con el viento a favor, momento en el que se gira hacia el norte, divisando a lo lejos el pueblo de Teguise, pero recibiendo la primera bofetada de los vientos Alisios cuando las piernas empiezan a acusar el cansancio. Estos dos tramos se diferencian bien ya que tras 4 kilometros donde se sube con relativa soltura afrontamos otros 4 kms aun más lentos e infinitamente más dañinos para nuestra alma. No nos engañemos, para preparar el Ironman hemos subido medio millón de puertos de montaña, pero no con un secador apuntando a la cara.

Los Valles: Dentro de estos 24 kms de ascensión desde Famara al Mirador de Haría nos encontramos con un leve descanso de 2 kms en los que ganar velocidad casi sin pedalear que nos dejaran en la base del primer puerto del dia. Destacaría el asfalto rugoso. Atentos con no perder bidones que contengan nuestro alimento o echaremos por tierra todo el trabajo.

Mirador de Haría:5 kilometros del 98 al 103 (fundamental marcar en la chuleta el punto dnd concluye) en los que se ascienden 245 metros (4,8%) que como meros números no asustan, pero al ver el generador eólico en una de las laderas de la montaña se entiende que durante mucho tiempo estemos por encima de lo que nos apetezca sufrir. Dentro de la carrera en si hay múltiples batallas psicológicas de las que yo destacaría el punto donde termina una agonía y empieza un descanso. Y aquí hay una de las más importantes, pues solo nos quedaría el Mirador del Rio y la bici de Lanzarote ya casi sería nuestra.

Descenso del Mirador de Haria: Una consecución de curvas muy cerradas pero con buen asfalto que se pueden hacer a gran velocidad. Personalmente arriesgué un poco pero sin cebarme…Si conseguís tener a alguien como referencia a unos 20-30metros delante vuestra que os enseñe donde frena o como trazar las curvas podéis pasar un buen rato.

Mirador del Rio: Aunque desde el pueblo de Haría empieza la ascensión al Mirador del Rio, esta subida presenta pequeños descensos que hace que su ascensión sea más sencilla que la del Mirador de Haría. Nos encontramos con el tramo más duro del Ironman , 400 metros con viento en contra en Guatiza al 10% en los que obligatoriamente superaremos durante más de un minuto el temido umbral. Sin embargo, el ascenso final al Mirador del Río es ameno . Se corona en el km 120 con la mínima velocidad media del Ironman. Imposible describirlo mejor que el señor Luarca.
Descenso del Mirador del Rio: Con una cierta dosis de peligrosidad, la velocidad es muy alta, cercana a los 60 kms/h sin apenas pedalear, por lo que estos 11 kms y 12-15 minutos deberían servir al triatleta para recuperarse levemente. Al inicio de la bajada nos encontramos asfalto en muy mal estado, así que acoplarnos en la bajada se hace imposible y comer un arte complicado. Pero pronto empieza un asfalto mejor y una sucesión de curvas abiertas que te hacen disfrutar como un niño chico. Un Chico con una Specialiced Shiv me sirvió de guía y bajamos a una velocidad increíble. Cuidado con no comer…última oportunidad para aglutinar reservas para correr. Lo mejor sin duda, que hemos dejado de sentir que hace viento (comenzamos a percibir el sol y calor tropical), y eso solo puede ser por que ya viene de cola. Si todo marcha como debe nuestra situación dentro del, cada vez más estirado, grupo será estable, ya nadie debe adelantarnos y solo pasaremos a quien ha pinchado en su mecánica o su cuerpo.

Arrieta-Nazaret: 20 kilometros de llaneo y leve subida en el que nuestro ritmo será una marcheta con buena cadencia. Puede marcar diferencias que castiguen a los que no han sabido regular.

“Subida” a Nazaret: Nos encontramos otro tamo de asfalto malísimo, con viento lateral dependiendo del curveo. Aquí mi cuentakm me dijo adiós por el bacheado tan fuerte y me quedé sin mi única referencia, la velocidad. 2500 metros al 2% que pueden ser pestosísimos si llegamos quemados. La velocidad es ridícula, el asfalto malísimo y tras 155 kms de dolor soportable, no estamos preparados para este tramo en el que si somos capaces de mantener cierta intensidad habremos salvado el penúltimo obstáculo.

La Geria: Tramo dnd todos piensan en lo que viene después y no en lo que están haciendo en ese momento, así que no destacaría nada importante. Lo suceden una bajada tan amena como peligrosa, con buen asfalto pero con miles de cuchillos volcánicos que hacen las veces de “quitamiedos”. Buen tramo para soltar todo tu cuerpo al que le sigue otro de llaneo en el que tampoco vamos a ganar tiempo si lo exprimimos y sin embargo podemos llegar desganados a la transición.

Ala, a correr un Maratón al solecico!!!!!