Empezaré el post comentando como ha sido la semana tras
competir en Duatlon Orihuela LD, que no ha sido fácil. Nada más llegar de
Torremendo me esperaba una tarde de domingo trabajando hasta tarde en el
despacho y es que los hay lunes que empiezan muy temprano. Lo ideal habría sido
patas arriba y relax, claro.
El lunes tocó nadar 2km suaves y algo de gim pensando solo
en recuperar.
El martes siempre es de descanso absoluto cuando competimos
en domingo.
Miércoles, 2h de bici con algunos cambios de ritmo en ligera
subida de unos 2´con descansos grandes y vuelta al gim.
Jueves: 3km de natación con series de 25-50 y 100 a todo lo
que daba, creo que de los entrenos más duros de siempre, un mal rato juntos a
Gelo y David Motos.
Por la noche 12km con 8x500 con descansos cortísimos. Malas
sensaciones y dolorcillo por todos lados, por eso hago la calidad en la cinta,
me da más seguridad.
Viernes: 2h de bici sin series pero con algún apretoncillo
en llano con Gelo y David.
Tocar agua y algo de Abd y lumbares.
Sábado: Test de 30´en la piscina de la Universidad para
ayudar a Antonio Berrio en un estudio. Sale a 1.22/100, igual que el test de
1500mtrs de inicio de temporada pero 2.200mtrs. Por la tarde 1h30 de bici con
6x1.30 en pendiente (PAM). Y a casa!
Domingo: Trail 29km
Si tenemos en cuenta la carga de trabajo (de despacho) de
esta semana, puedo concluir que no ha sido ni muchísimo menos de regeneración,
pero a mi modo de ver haciendo las cosas bien para poder al menos terminar
decentemente el trail, como así fue.
La logística de esta carrera es complicada. Debes llegar a
las 8.15 a San José, hora a la que sale el autobús que te lleva a Rodalquilar,
donde recoges dorsal, tomas café y dejas la bolsa en el camión que te la
devuelve a San José, lugar donde acaba la prueba.
Brevísimo calentamiento y a la salida donde veo a Carmelo,
Foulquié, Isaac y algún animalico más, que son los que han de dar prestigio a
esta carrera. Me coloco en primera fila pues comienza con 5-6km de subida y se
pueden hacer tapones en las veredas. A las 10 salimos puntuales unos 400
corredores. Salgo fuerte pero los 10-15 primeros salen fuertes de verdad y
abren hueco en seguida. Yo me mantengo a ritmo, sin perder la referencia de
Gelo a solo unos metros. El inicio es duro y se llega a andar en algunas de las
pendientes más pronunciadas, pero estoy contento por que el corazón lo llevo alegre
y eso es buen síntoma. Comienza la bajada y mi calvario. Ahí es donde empiezo a
ver que las piernas no han recuperado lo que yo querría y pongo la reductora.
Rubén me pasa en el km8 pero el va a caballo y yo en poni. Me lanzo mensajes
positivos del tipo, tranquilo que a partir del 15 te calientas y llegas volando
a meta, pero con el paso de los km empiezo a desconfiar de mis mensajes. Al km
12 soy puro lamento, y un Gel 226ers sabor café con un chute importante de
cafeína me devuelve el ánimo. Logro mantener cierta intensidad hasta el km
20-21 donde la lucha es absolutamente por llegar a meta, sirviendo un par de
geles mas para no caer al siguiente escalón del ritmo y que sin duda me habría
hecho disfrutar de las vistas unos 10 o 15 minutos más.
El recorrido es un autentico lujo, y aunque nunca entreno
trail lo encuentro relativamente sencillo. Me acuerdo de Antonio Conejo que ha
sufrido dos lesiones idénticas en años consecutivos por pisar piedras y siempre
piso con la máxima atención. Finalmente entro en meta en 2h09 (29km) y puesto
18º, luchado dadas las circunstancias.
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