17 de abril de 2010

LA EXCELENCIA MÁS NOBLE



Recordaba S. Alvaro a un gran alpinista de los años 50 llamado Lionel Terray, cuya pionera aventura llevó a su equipo a ascender el famoso Annapurna por primera vez en la historia, todo un 8.000.

Contemplamos a diario una escena casi idéntica en la que adivinamos en un rincón del rin nuestra experiencia, determinación y compromiso, y en la otra la tan ansiada gloria. El teatro comienza y los personajes van cumpliendo con su cometido, siguiendo el guión de forma más o menos previsible hasta que llega el momento “cumbre”.

De esta forma vemos como ejemplo de superación (me remito a diversos post de piterino) al equipo coronado de nuestra capital. Incluso su excelencia se topa en más ocasiones de las deseadas con una tormenta en pleno día del ataque final y conquistador de su altura deseada.
Al igual nos podemos sentir nosotros en nuestro día a día, en nuestras ambiciones, conquistas, cumbres. Ni siquiera la búsqueda de nuestra excelencia nos asegurará culminar el fin último de nuestra entrega. Como afrontarlo entonces.

Lionel perdió su turno para alcanzar la cumbre mientras realizaba una impagable labor de equipo y facilitó a sus compañeros tanto la ascensión final como su regreso. Era algo histórico, pionero, grandioso, y el era el más grande. Lo que en principio pudo ser un fracaso personal, se transformó con su reacción en toda una victoria que desembocó en una gran trayectoria, dejando huella en le historia del alpinismo mundial. Su biografía se tituló, “Los conquistadores de lo inútil”.

Al pelo me viene siempre el Alpinismo, por que lo considero uno de los mayores esfuerzos para “nada”. Como cada día me levanto por la mañana llenando mis ojos con las horas de la agenda… hay que trabajar. Pero tb con mi recompensa en el horizonte, ahí termina mi alimento físico y comienza el espiritual, lo que me llena de verdad. Lo pongo todo, desde esfuerzo a ilusión, desde la determinación hasta cierta cabezonería, todo por mi particular excelencia. Pero que ocurre si al atisbar la cima una tormenta arrasa mi objetivo emocional…. me sentiré un conquistador de lo inútil?

La conclusión de la biografía venia a decir que los esfuerzos por conseguir retos más o menos “imposibles” no son algo inútil sino lo mejor y más noble que puede afrontar un deportista. Lo inútil sería dejarse vencer por la derrota.

2 comentarios:

  1. Una temporada tiene varias cumbres, unas mas escarpadas y otras mas faciles de encarar, unas son resbaladizas y otras seguras. Dicho esto es posible que hallas comenzado por la mas arriesgada: "la cumbre lesionada", si consigues superarla en Elche todas las demas seran mejoradas porque has conseguido subir la 1ª en las peores condiciones que injustamente no imaginabas debido al esfuerzo, sacrificio y cabezoneria que le has puesto truncadas por un alto en el camino llamado "posada de la rodilla".
    Porque salvo lo que significa algo verdadero en la vida de todos mereceser peleado y si has luchado contra tu agenda y el tiempo y lo has hecho posible conseguir superar esta lesión y slir fortalecido de Elche no es un rto imposible sino lo mejor y más noble que puede afrontar un deportista como dices.
    Lo inútil sería dejarse vencer por la derrota, y llegado a este punto no puedes permitirte ese lujo.
    Enarbola la bandera del sacrificio que tanto has hecho por llegar hasta aquí y vence o muere en la arena.
    Un abrazo y espero haberte animado.

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  2. Anónimo: Pues si que me has animado!
    Pero vamos que yo venceré seguro jaja por que no me pienso rendir, es que no lo veo ni como una elección...pero el caso es que no puedo correr, y a no ser que se me aparezca la virgen, en elche o ando, o nada de nada, pero muchisimas gracias de todas formas.
    Un saludo

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